Las carpas, las tilapias y los siluros son especies omnívoras de agua dulce cálida (FAO, 2022) y es más probable que utilicen carbohidratos y lípidos como sustratos metabólicos (17 KJ/g para los carbohidratos).
Las especies omnívoras pueden beneficiarse de un alto contenido de carbohidratos en su ración alimenticia, con una menor incorporación de proteínas y lípidos (Jobling, 2011). Además, como los camarones, las carpas carecen de un «estómago real» y de digestión ácida (NRC, 2011), y necesitan más ingredientes altamente solubles (minerales, etc.) en la formulación para facilitar la absorción intestinal. Además, la tilapia y el bagre alcanzan el tamaño comercial (~150-500 g para la tilapia y ~0,5-1 kg para el bagre) después de menos de 1 año en promedio, mientras que las carpas necesitan de 1 a 2 años para alcanzar de 0,4 a 2,5 kg (FAO, 2022). El FCR medio para las carpas y las tilapias es igual a 1,7 y 1,3 para las especies de siluro (Naylor et al., 2021). Por último, se puede utilizar una gran diversidad de sistemas de cría (estanque, raceways, RAS, etc.) para estas especies en función de la fase de vida y de los objetivos económicos y medioambientales. Por lo tanto, es importante tratar todos estos parámetros para proporcionar una nutrición de precisión y optimizar la suplementación mineral en la dieta (fósforo, etc.).
